Guías de soporte vital avanzado en pediatría
- Categoría padre: Contenidos Generales
En la última década ha aumentado significativamente la supervivencia de los niños que presentaron una parada cardiorespiratoria (PCR) en el hospital (del 39% al 77%). Ello se debe fundamentalmente al énfasis puesto en mantener unas maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) de calidad y a los avances en los cuidados de post-RCP. Por el contrario, no se ha mejorado la supervivencia de los niños que presentaron una PCR fuera del hospital. Estas guías incluyen una revisión científica de la evidencia publicada en la última década en los siguientes apartados: 1) Manejo pre-PCR, 2) Manejo durante-PCR y, 3) manejo post-PCR. Destaco los más relevantes en cada apartado:
- Manejo pre-PCR: En lo relativo a los pacientes con cardiopatía con riesgo alto de PCR (miocarditis aguda fulminante y miocardiopatía dilatada) las guías recogen que el uso del ECMO veno-arterial debe considerarse en este grupo de pacientes teniendo en cuenta los resultados de cada centro.
- Manejo durante-PCR: el ECMO-RCP debe considerarse en los pacientes con cardiopatía que sufren un episodio de PCR intrahospitalaria. La monitorización invasiva de la tensión arterial así como la monitorización del CO2 exhalado debe considerarse como marcadores de calidad de RCP. Sin embargo, no se existen valores establecidos en niños para guiar el tratamiento. Resulta razonable administrar adrenalina en la parada cardiaca en niños, si bien no existen estudios que demuestren una mejoría en la supervivencia. Con respecto a los fármacos antiarrítmicos, las nuevas guías recomiendan el uso de la amiodarona o de la lidocaína (esta última de igual forma que la anterior) en el shock refractario secundario a FV o TV.
- Manejo post-PCR: no existe evidencia suficiente para recomendar hipotermia en niños en estado comatoso tras un episodio de PCR. Pero, la fiebre (Tª>38ºC) debe tratarse activamente. La administración de oxígeno debe individualizarse en función de la condición de cada paciente. Además, la administración de líquidos y de soporte vasoactivo debe mantenerse con el objetivo de alcanzar una TA > percentil 5. El electroencefalograma realizado durante los 7 días siguientes a la PCR puede determinar un pronóstico neurológico, si bien no debe considerarse como factor único.
Conclusión-Reflexión: las presentes guías recogen la evidencia publicada en la última década sobre el manejo de la PCR en niños. Se refuerza la idea de realizar una RCP de calidad guiada a través de la monitorización de la CO2 exhalada y de la tensión arterial invasiva, si bien no existen valorares “objetivo” establecidos en niños. La supervivencia de la PCR intrahospitalaria en niños ha aumentado significativamente no así la de la PCR extrahospitalaria. El inicio precoz y de calidad de la RCP parece influir sobre la supervivencia de la PCR. Por ello, se debería llevar el conocimiento de las maniobras de RCP a la mayor población posible.
Referencias: Caen AR, Berg M, Chameides L, Gooden C, Hickey R, Scott HF y cols. Pediatric Advanced Life Support. 2015 American Heart Association Guidelines Update for Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care. Circulation. 2015; 132[suppl]:S526-S542. [Pub Med] [Texto completo]
Autora: Sonia Marcos Alonso
cardioprimaria.com. [ > ]; 10-10-2024
Accedido desde: https://www.cardioatrio.com/index.php?option=com_content&view=article&id=4434
el 10 Octubre 2024