Más efectos beneficiosos del aceite de oliva: prevención de la fibrilación auricular.
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En el presente trabajo se publica un análisis secundario del estudio PREDIMED (Prevención con dieta mediterránea) en el que se evalúa el papel de la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva o frutos secos en la prevención de fibrilación auricular (FA).
Los resultados del estudio PREDIMED se publicaron en abril de 2013. A modo de resumen, se trata de un estudio multicéntrico, en el que participaron 11 hospitales españoles y en el que se aleatorizó a 7447 voluntarios, de alto riesgo cardiovascular pero sin evidencia de enfermedad cardiovascular al inicio del estudio, a recibir una de las siguientes tres dietas: dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, dieta mediterránea suplementada con frutos secos (nueces, almendras y avellanas) o dieta control baja en grasas. Se incluyó a varones de entre 55 y 80 años, y a mujeres de entre 60 y 80 años, que o bien fuesen diabéticos o bien presentasen 3 o más de los siguientes factores de riesgo: tabaquismo, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, HDL bajo, sobrepeso/obesidad o historia familiar de enfermedad arterial coronaria precoz. Se realizó un seguimiento estrecho de la adherencia a la dieta asignada mediante cuestionarios nutricionales y determinaciones de hidroxitirosol en orina (polifenol marcador del consumo de aceite de oliva) y alfa-linolénico en plasma (marcador del consumo de frutos secos). El objetivo primario fue la incidencia de eventos cardiovasculares mayores (combinado de ictus, IAM y muerte cardiovascular). Tras un seguimiento mediana de 4,8 años el estudio fue finalizado prematuramente ante la evidencia de que tanto la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva como la suplementada con frutos secos se asociaban a una reducción significativa de la incidencia de eventos cardiovasculares mayores.
Como comentábamos al inicio, en el presente análisis secundario del PREDIMED, se evalúa la relación entre la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva o frutos secos y la incidencia de FA. Para ello se excluyó a 75 participantes con diagnóstico de FA al inicio del estudio y a 667 participantes incluidos en uno de los centros en los que no se evaluó sistemáticamente la presencia de FA durante el seguimiento. Finalmente, se incluyeron 6705 participantes en los que se estudió la incidencia de FA a través de revisiones anuales con electrocardiograma (ECG) y revisiones exhaustivas de las historias clínicas. Se consideró el evento FA en presencia de un diagnóstico clínico de FA y evidencia de la arritmia en un ECG. Se excluyeron los episodios de FA en el contexto de IAM y cirugía cardíaca. Tras un seguimiento mediana de 4,7 años la incidencia de FA, expresada en nuevos casos por cada 1000 participantes-año de seguimiento, fue de 6,8 casos en el grupo de dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva, 9,9 casos en el grupo suplementado con frutos secos y 10,1 casos en el grupo control. La dieta rica en aceite de oliva se asoció a una reducción significativa del 38% del riesgo relativo de FA. Mientras, la dieta mediterránea suplementada con frutos secos mostró un pequeño efecto protector pero sin alcanzar la significación estadística. Asimismo, se realizaron diferentes análisis multivariados ajustados por potenciales factores de confusión, así como por la ocurrencia del objetivo primario (evento cardiovascular mayor), reproduciéndose idénticos resultados y por tanto, manteniéndose el papel protector independiente del aceite de oliva. Por último, se observó también, que a mayor consumo de aceite de oliva mayor era el beneficio en la prevención de FA.
Los autores explican estos resultados a través de tres posibles mecanismos: efecto antiinflamatorio del aceite de oliva, reducción del estrés oxidativo y disminución de eventos cardiovasculares. En relación con los dos primeros, es bien conocido el papel de la inflamación y el estrés oxidativo en la fisiopatología de la fibrilación auricular. En este sentido, el aceite de oliva tiene efectos antinflamatorios y antioxidantes demostrados, que podrían mediar en la prevención de FA. En tercer lugar, aunque es plausible la reducción de FA únicamente a través de la reducción de eventos cardiovasculares asociada al consumo de aceite de oliva, en los análisis ajustados el papel protector se mantuvo, lo que sugiere la existencia de mecanismos adicionales como los comentados previamente. Por último, los autores justifican la falta de efecto de la dieta suplementada con frutos secos, en base a una menor intensidad de la intervención (los frutos secos supusieron el 8% del total de calorías de la dieta en este grupo, mientras que el aceite de oliva supuso el 22% de las calorías en el grupo suplementado) y a una mayor concentración de polifenoles (con conocidos efectos antiinflamatorios y antioxidantes) en el aceite de oliva virgen extra. La principal limitación del estudio radica en la inclusión únicamente de individuos de más de 55-60 años y con un riesgo cardiovascular elevado, lo que limita la generalización de estos resultados a otras poblaciones más jóvenes y de menor riesgo cardiovascular.
El estudio de los efectos de diferentes dietas o medidas nutricionales en la prevención cardiovascular presenta múltiples limitaciones y resulta muy complejo, por lo que la mayoría de la información deriva de estudios observacionales con las limitaciones que ello supone. En mi opinión, el PREDIMED destaca por tratarse de uno de los estudios con un diseño más riguroso y robusto para la evaluación de una intervención dietética preventiva. Su fortaleza radica fundamentalmente en que se trata de un ensayo clínico aleatorizado, con un amplio número de participantes y en el que se realizó un estricto seguimiento clínico y analítico del cumplimiento de la dieta asignada. Además, para este análisis secundario de incidencia de FA se realizaron análisis ajustados por múltiples variables de confusión, corroborando el efecto protector independiente del aceite de oliva. Por tanto, los resultados de este estudio, refuerzan la evidencia previa sobre el papel beneficioso del aceite de oliva en la prevención cardiovascular y más en concreto de la FA y apoyan la recomendación de la dieta Mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra como una estrategia para la prevención primaria de enfermedad cardiovascular y FA.
Referencias:
Martínez-González MÁ, Toledo E, Arós F, et al. Extravirgin Olive Oil Consumption Reduces Risk of Atrial Fibrillation: The PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea) Trial. Circulation. 2014; 130:18-26. [PubMed] [Texto completo]
http://www.predimed.es/
Autor:
Dr. Oscar Prada Delgado. Complejo Hospitalario Universitario A Coruña. Servicio de Cardiología.
cardioprimaria.com. [ > ]; 06-10-2024
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el 06 Octubre 2024